Un día como hoy, pero hace 30 años, igualamos 1-1 ante Cobresal en El Salvador y nos consagramos campeones del Torneo Chileno de 1994. Un triunfo especial, que marcó la historia del Romántico Viajero, permitiendo a los azules volver a festejar después de una larga espera. Campaña única, que contó entre sus protagonistas con leyendas como Jorge “Lulo” Socias, Luis Musrri, Patricio Mardones y Marcelo Salas.

La historia de Universidad de Chile está llena de grandes momentos, equipos icónicos y procesos que se enmarcaron en el éxito deportivo, sin embargo, un título guarda un lugar especial en la memoria de todos los azules: el Campeonato Nacional de 1994. Un certamen que nos devolvería la gloria 25 años después del último torneo ganando por el Ballet Azul, marcando un paso adelante del Club, que se reencontró con el protagonismo en la cancha, dejando una huella imborrable en el fútbol chileno.

Aquella temporada conformamos un equipo de leyenda, comenzando por Jorge “Lulo” Socias, quien asumió el cargo de entrenador a principios de año, contagiando al plantel con todo su liderazgo y recorrido. Mientras que en el equipo combinamos experiencia y juventud, sumando múltiples jugadores que dejaron su sello en los libros dorados de la U. Entre ellos destacamos a Sergio Vargas, Ronald Fuentes, Luis Musrri, Víctor Hugo Castañeda, Patricio Mardones, Esteban Valencia y Marcelo Salas.

El desarrollo del Torneo fue de gran intensidad, especialmente por la lucha palmo a palmo que mantuvimos con Universidad Católica. En una reñida definición, ambos equipos llegamos con posibilidades de levantar la copa a la última fecha. Nosotros éramos líderes con 46 puntos, mientras que la UC nos escoltaba con 45. Sin embargo, nuestro clásico rival venció a O’Higgins, alcanzándonos en la cima de la tabla. Toda la responsabilidad recayó en los azules, cuyo desafío final era Cobresal. Un punto nos separaba de la gloria y no lo podíamos dejar escapar. 

La cita para la jornada 30 era el Estadio El Cobre en El Salvador. Ubicado a más de mil kilómetros de Santiago, a dos mil 200 metros de altitud, junto a la cordillera de los Andes y en medio del desierto de Atacama. Hasta la zona nos acompañaron cerca de 25.000 azules. El apoyo masivo nos llenó de energía, el equipo estaba preparado, pero el duelo no estuvo exento de dificultad. Adolfo Ovalle abrió la cuenta para los locales a los 51’, sin embargo, no perdimos el norte y luchamos hasta el final. 

Pasaron los minutos y las opciones se hacían cada vez más recurrentes… hasta que a los 78’, Marcelo Salas fue derribado en el área de los “Mineros” y el árbitro no dudó: era falta y penal para la U. El encargado de ejecutar el lanzamiento fue Patricio Mardones. El volante definió con un derechazo fuerte al medio y marcó el empate. Resultado que no solo significó un punto, significó el ansiado título que nos permitió celebrar otra vez. Terminó el partido y los festejos se hicieron eternos, porque aquel día nos cambió para siempre, nos hizo más fuertes, nos hizo campeones.

Para repasar a fondo la conquista azul puedes revisar el documental “94, campeones como ayer”: